Además, ¿te has dado cuenta que son una excelente herramienta para conocer a los demás y a uno mismo? Cuando jugamos contra otra persona a un juego de mesa, inconscientemente nos muestra rasgos de su personalidad (por ejemplo, puede ser competitivo, diplomático u honesto) Que tu hijo aprenda a identificar cómo y por qué se comportan los demás, estará sentando las bases para cultivar su empatía. Y lo que es más importante, reflejándose en otros niños, desarrollará habilidades de comunicación (no verbal) que le ayudarán a entender cómo es él. Es decir, si el otro niño es competitivo, él se preguntará “¿soy yo competitivo?”.
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