martes, 29 de septiembre de 2015

JUGANDO AL DOMINO


¿Os habéis preguntado alguna vez qué aporta a los niños jugar con juegos de mesa?

A simple vista, es un mero entretenimiento para pasar el rato, pero también es un gran estímulo para desarrollar su aprendizaje. Del mismo modo que nos preocupamos por que los niños hagan ejercicio físico, también deberíamos estar atentos a que ejerciten su mente. La principal ventaja de este tipo de juguete es que hace que los pequeños adquieran conocimientos mientras se divierten, por no hablar de que a través de ellos aprenden a socializar.

Aprender mientras uno se divierte, ésa es la clave de un juego de mesa. Activan la mente del niño porque plantean desafíos que deben resolver antes que el rival, (¡eso es obvio!) Sin embargo, lo que a veces no vemos los padres, es que también ponen en funcionamiento el pensamiento crítico de nuestros hijos, motivándoles a preguntar sobre lo que no saben o haciéndoles cuestionarse si lo que creían hasta entonces es verdad.

Además, ¿te has dado cuenta que son una excelente herramienta para conocer a los demás y a uno mismo? Cuando jugamos contra otra persona a un juego de mesa, inconscientemente nos muestra rasgos de su personalidad (por ejemplo, puede ser competitivo, diplomático u honesto) Que tu hijo aprenda a identificar cómo y por qué se comportan los demás, estará sentando las bases para cultivar su empatía. Y lo que es más importante, reflejándose en otros niños, desarrollará habilidades de comunicación (no verbal) que le ayudarán a entender cómo es él. Es decir, si el otro niño es competitivo, él se preguntará “¿soy yo competitivo?”.
Por otro lado, en todo juego de mesa hay reglas. Esto hace que el niño interiorice que para participar debe cumplir las normas (al igual que en la sociedad) y que a veces se debe trabajar en equipo, ser paciente, llegar a acuerdos con otras personas y tomar decisiones que no siempre gustan para lograr objetivos.

Este tipo de juguete también es un buen canalizador de la frustación. Jugando a juegos de mesa tu hijo descubre que unas veces se gana y otras se pierde y que cometer errores es bueno porque lo importante no es el resultado final, si no participar.







Texto extraído del http://blog.famosa.es/, escrito por M. Rodrigo Brau

No hay comentarios:

Publicar un comentario