Dentro del proyecto "Masterchef" hemos trabajado los sentidos.
Una de las actividades que hemos desarrollado ha sido poner en práctica un ejercicio de "Atención plena" disfrutando una galleta con los cinco sentidos.
Partiendo de un ambiente de relajación y tranquilo y con la motivación adecuada hemos comenzado escuchando con los ojos cerrados el sonido de la caja de galletas al abrirse.
Después de repartir la galleta a cada niño, con su vista, ha apreciado el color, la textura, la forma, el tamaño, la apariencia...
Con las manos la hemos tocado, hemos descubierto que es más lisa y suave por la parte de abajo, porque por arriba tiene unos puntitos de chocolate que la hacen más rugosa. Con la piel de la cara también podemos sentir su suavidad.
El olfato: acercando la galleta a la nariz...¡mmmmm!.... huele de maravilla. Con nuestros ojos cerrados todavía se apreciamos mejor su aroma.
Por fin la hemos metido en la boca (aunque parezca increíble han aguantado todo el tiempo sin morderla).
La hemos saboreado despacio, con los ojos cerrados, para sentir con más intensidad los sabores.
Hemos descubierto que con los ojos cerrados se puede oír el ruido de nuestros dientes al masticar.
Jamas, antes habíamos comido una galleta con tanta intensidad.
Al finalizar hemos compartido con los compañeros todos estos sentimientos.
Si tanto podemos disfrutar con una galleta, imaginaos esto mismo contemplando un paisaje o con cualquier otra cosa.
La capacidad que tenemos para SENTIR es infinita, sólo hay que educarla.
Una de las actividades que hemos desarrollado ha sido poner en práctica un ejercicio de "Atención plena" disfrutando una galleta con los cinco sentidos.
Con las manos la hemos tocado, hemos descubierto que es más lisa y suave por la parte de abajo, porque por arriba tiene unos puntitos de chocolate que la hacen más rugosa. Con la piel de la cara también podemos sentir su suavidad.
Por fin la hemos metido en la boca (aunque parezca increíble han aguantado todo el tiempo sin morderla).La hemos saboreado despacio, con los ojos cerrados, para sentir con más intensidad los sabores.
Hemos descubierto que con los ojos cerrados se puede oír el ruido de nuestros dientes al masticar.
Jamas, antes habíamos comido una galleta con tanta intensidad.
Al finalizar hemos compartido con los compañeros todos estos sentimientos.
Si tanto podemos disfrutar con una galleta, imaginaos esto mismo contemplando un paisaje o con cualquier otra cosa.La capacidad que tenemos para SENTIR es infinita, sólo hay que educarla.
Ah! Pues por eso me decía que han escuchado a una galleta!! :)
ResponderEliminarAhora mismo me voy a por una.
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ResponderEliminarYa te digo Elma!!!! Nunca hemos degustado una galleta tan intensamente, animaros a probar en casa!!
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